Vía Ferrata Presa de los Caballeros / Hundidero

Pangea Active Nature revive la historia de la Presa de los Caballeros retomando la construcción de la antigua vía ferrata.

Presentamos una nueva aventura con 3 recorridos diferentes, un túnel subterráneo, una tirolina y un gran puente colgante de madera

Aprovechando los antiguos peldaños, hemos revivido las dos vías ferratas de la presa y además hemos construido un nuevo recorrido por la montaña, más sencillo, pero igual de atractivo.

Como constructores de esta aventura estamos deseando llevaros a conocer esta vía ferrata y acercaros a un entorno con tanta historia.

No solo escalaremos por sus peldaños, también hemos instalado una tirolina de 60 metros y una pasarela de madera de 70 metros, ambos paralelos a la presa, desde donde podrás disfrutar de las increíbles vistas panorámicas y sentir esa sensación de vacío a gran altura.

Además, para acceder a la vía ferrata tendremos que atravesar por el interior de un túnel subterráneo, donde encontraremos la antigua válvula de desviación del agua de la presa.

¡¡Que no te lo cuenten!! Esta aventura la puedes vivir tú y acompañado de los guías de Pangea, los mismos constructores de la vía ferrata quienes, además de velar por tu seguridad, tendrás la oportunidad que te cuenten de primera mano los detalles de la construcción y sus mayores secretos.

No es necesario tener experiencia previa. Y hay tres opciones de tramo: Tramo 1 (Galería + vía ferrata 1 + puente tibetano (opcional)), Tramo 2 (Galería + vía ferrata 2 + puente tibetano) y Tramo 3 (vía ferrata + tirolina + puente tibetano).

La famosa Presa de Los Caballeros finalizó su construcción en 1924 alcanzando una altura de 83 m. Fue una obra que marcó un hito en Europa por su peculiar forma de doble curvatura conocida como “Bóveda-Cúpula”. Sin embargo, nunca pudo cumplir su función a pesar de la lucha del hombre contra la naturaleza, pues las aguas se sumían con facilidad en un terreno Kárstico por el hundidero y salía a la superficie en la Cueva del Gato. Fueron varios años dedicados a taponar las grandes fugas de agua por dentro de la cueva, hasta que decidieron abandonar el proyecto en 1947 sin éxito tras un esfuerzo inútil.